Tener el privilegio de ver desde dentro el desarrollo previo que hay antes de un desfile es una vorágine de trabajo duro, nervios y muchas, muchas horas de preparativos. En el caso de la nueva colección
La Habana 1948 de
Cristina Piña se une además el talento y el mimo por cada uno de los pequeños detalles que conforman cada una de las piezas. Se trata de una colección delicada (marca innegable de la casa), sofisticada y brillante que hace de cada vestido, de cada falda, de cada blusa un objeto de deseo que nos traslada a una época feliz y nos hace vibrar.
Quiero compartir con todos vosotros unas pequeñas pinceladas de una pequeñísima parte del trabajo que hay detrás de esta nueva colección.
El fitting, un momento complicado y a la vez mágico donde las prendas empiezan a cobrar vida, donde se ajusta cada diseño a cada una de las modelos y donde se prueban y deciden todos los detalles que acompañarán la salida.
Y por fin, el desfile y los momentos previos...
(Imágenes: Lady B)
Enhorabuena de nuevo a Cristina por una colección soberbia. ¡Bravo!
B-esos
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