Probando cavitación ultrasónica en Biothecare

Hace un par de semanas me ofrecieron probar uno de los tratamientos que ofrecen los centros de estética Biothecare Estétika, y sin dudarlo me decidí por la cavitación ultrasónica.


Desde que dejé mi último régimen estoy muuuuy quemada con las dietas y estaba planteándome algo más radical. Además una amiga se ha hecho el tratamiento de cavitación en las cartucheras y el resultado ha sido espectacular.

Así que con los deberes cumplidos, es decir, beber un litro y medio de agua antes de la sesión, pude probar en mis carnes (y nunca mejor dicho) en qué consiste el tratamiento. Primero se aplica un gel conductor, ya que el aparato de cavitación emite ultrasonidos que destruyen las células de grasa (más info sobre el tratamiento en el blog de Biothercare clubbelleza.com) y el cabezal del aparato se va pasando por la zona a tratar, a mi me recordó como cuando te hacen una ecografía. Uno de mis miedos era saber si el proceso es doloroso, y la verdad es que no. La encantadora chica que me atendió respondió a todas las preguntas que le iba haciendo durante el proceso y contándome en mi caso, cuáles eran sus recomendaciones.

Al aplicar ultrasonido lo que sí ocurre es que los oídos sí que captan el sonido, que es como un pitido durante toda la duración de la sesión, pero es tolerable. A medida que va pasando el cabezal se notan pequeños pinchazos -a veces intensos y a veces ni me enteraba- que son los que provocan la destrucción de las células. En mi caso el tratamiento fue en la zona del abdomen, y como hay mucha grasa que destruir (para mi desgracia...), se podían ver las zonas en las que se habían producido las microburbujas que son las que destruyen las células adiposas. La sesión de cavitación dura aproximadamente 30 minutos, y en mi caso no fue doloroso, aunque en algún momento sí es molesto, ya que se siente como un pinchazo de un alfiler. A veces pueden aparecer un par de pequeñísimos hematomas al estallar las microburbujas, pero en mi caso al llegar a casa ya habían desaparecido. Sobre el tema de los pinchazos (que es como yo sentía la parte molesta de la sesión), a medida que se han realizado ya varias sesiones y se ha eliminando una parte importante de grasa, como el "colchón" de células adiposas es menor, los pinchazos parece que sí se notan más.

Tras el tratamiento, pasé a una sesión de presoterapia, que es esencial para complementar la cavitación, ya que ayuda a drenar el organismo, paso necesario para eliminar la grasa destruida a través de la orina y el sudor. Nunca había probado la presoterapia y me pareció diferente e incluso agradable, mientras la máquina realiza un drenaje linfático. Después del tratamiento es necesario beber un litro y medio de agua para favorecer la eliminación de la grasa.

En mi caso, al volver a casa y pasar un rato yo no noté milagrosamente el haber reducido mis michelines, pero sí que es verdad que al presionar no se notaban los puntos de grasa superficiales. A pesar de no haber logrado resultados inmediatos (que sí se prometen con la cavitación), salí contentísima de la sesión y espero comenzar un tratamiento en serio en cuanto disponga de un poco de tiempo.

Además lo que me gustó mucho de la oferta de Biothecare es que tienen una tarifa única de 30 euros/sesión, un precio buenísimo, comparado con otros centros que yo he mirado,y además oferecen bonos con descuento. Todo el personal del centro fue encantador y atento a todas mis preguntas, que fueron un montón. Durante la sesión de cavitación coincidí con otras bloggers que probaron otros de los tratamientos del centro, tanto faciales (microabrasión y fotorejuvenecimiento) como la especialidad en manicura "top nails one", una alternativa a las uñas de gel.

B-esos